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ámbito6 | 8 | 2025

De Palermo a Núñez: cómo el corazón de la ciudad empieza a moverse al norte

Durante las últimas décadas, Palermo fue considerado el epicentro de la transformación urbana de la Ciudad de Buenos Aires. Su evolución desde un barrio residencial hacia un polo gastronómico, cultural y comercial, lo consolidó como una referencia ineludible para desarrolladores inmobiliarios, inversores y aquellos que buscan vivir en zonas con alto valor urbano. Hoy, ese mismo proceso de transformación empieza a replicarse en otras áreas de la ciudad, especialmente en el norte. En un contexto donde las prioridades de quienes habitan y proyectan Buenos Aires cambian, comienzan a emerger nuevas dinámicas territoriales que invitan a repensar el mapa urbano y los barrios que concentran mayor interés.

Este desplazamiento del interés urbano ya empieza a visibilizarse con fuerza en zonas como Núñez, que gana protagonismo como una de las más elegidas. Según un informe de Zipcode, plataforma especializada en análisis inmobiliario, Núñez lidera hoy las búsquedas de propiedades en la Ciudad de Buenos Aires, concentrando el 7% del total, por encima de barrios históricamente consolidados como Palermo y Belgrano. Este dato no solo marca una tendencia emergente en el mercado, sino que también revela un cambio profundo en las expectativas y decisiones de quienes eligen dónde vivir, invertir o desarrollar.

El crecimiento de Núñez no es casual. El barrio concentra atributos que responden a una nueva forma de vivir la ciudad: la búsqueda de calidad de vida sin resignar conexión con los principales puntos de actividad de Buenos Aires.

Una de sus mayores fortalezas es su ubicación estratégica, con accesos estratégicos tanto hacia el centro porteño como hacia el norte del Área Metropolitana. La cercanía a arterias clave como la Av. del Libertador, la autopista Lugones y la Av. General Paz potencia su conectividad, mientras que su red de transporte público —incluyendo el Ferrocarril Mitre y más de una decena de líneas de colectivo— facilita la movilidad cotidiana.
En segundo lugar, más allá de su conectividad, Núñez se destaca por su entorno barrial y su fuerte presencia de espacios verdes. Plazas como Félix Lima, el Parque de los Niños, la Costanera Norte y el propio Parque de Innovación consolidan una propuesta urbana en contacto con la naturaleza, con opciones recreativas y de esparcimiento que promueven un estilo de vida más equilibrado, sin perder la centralidad de la ciudad.
Esa combinación entre vida urbana y zona residencial también se refleja en la oferta de servicios, comercios y, especialmente, en las propuestas gastronómicas de primer nivel, con numerosos restaurantes, cafés de especialidad y bares que se instalaron en los últimos años. Así, Núñez comienza a dejar atrás su perfil exclusivamente residencial para asumir una impronta más cosmopolita y dinámica.

En este mismo sentido, el barrio comienza a atraer oficinas y espacios de trabajo vinculados a diversos sectores como la tecnología, las finanzas, la innovación y los servicios corporativos, dando lugar a un nuevo polo laboral que se integra de manera armónica con el entorno. Núñez se consolida, así como un entorno autosuficiente, con todo lo necesario para la vida cotidiana, combinando actividad y calidad de vida sin perder su identidad residencial.

Este cambio en el mapa urbano también se refleja en el tipo de desarrollos que hoy cobran protagonismo. Frente al modelo de grandes torres aisladas, empieza a consolidarse una arquitectura más integrada al entorno: proyectos con identidad barrial, que priorizan el diseño, la funcionalidad y el valor de los espacios comunes y verdes. No se trata solo de construir nuevos metros cuadrados, sino de proponer nuevas formas de vivir, más conectadas con el contexto y con las necesidades actuales de quienes habitan la ciudad.

Este movimiento del interés hacia el norte no desplaza a barrios como Palermo o Belgrano, que siguen siendo polos consolidados, sino que extiende el perímetro de valor urbano. Áreas que antes estaban al margen del radar inmobiliario hoy aparecen como escenarios con enorme potencial, tanto para desarrolladores como para inversores y usuarios finales que buscan calidad de vida sin renunciar a la accesibilidad ni a los servicios de la ciudad.

Comprender estas dinámicas no es solo interpretar los movimientos del mercado; es leer cómo se reconfigura la ciudad, qué modelos de vida emergen y hacia dónde se orientan las decisiones estratégicas en el desarrollo inmobiliario. En ese marco, Núñez deja de ser una promesa para consolidarse como un presente tangible y cada vez más, como un territorio clave en la proyección futura de Buenos Aires.

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